Como futuros
enfermeros debemos aprender y tener en cuenta lo siguiente:
Lo primero de
todo comentar, que hemos trabajado con personas de avanzada edad y que pueden
presentar mayores complicaciones por esto. Hemos tratado de diferenciar los
comportamientos exclusivos del Alzheimer, pero es importante también tener en
cuenta la demencia o la debilidad, por ejemplo.
Las cuidadoras,
como ya hemos indicado, realizan juegos y actividades para calmar situaciones
de tensión. Sin embargo, es recomendable que varíen los ejercicios para evitar
el aburrimiento y así conseguir realizarlos con mayor motivación, lo que
conlleva a la obtención de unos mejores resultados.
Es importante, no
ignorarles en los peores momentos, sino buscar soluciones e intentar comprenderlos
para así saber sobrellevar estas situaciones y dejar las pastillas
"relajantes" como último recurso.
Algo
aparentemente sencillo, pero que se nos olvida es que, cuando queramos hablar
con una persona con Alzheimer, dirigirnos directamente a el/ella y no a su
cuidador/a, pues si no lo hacemos les quitamos autonomía y autoridad. El papel
del cuidador debe ser intentar hacerle partícipe de la conversación, hablando
en plural siempre que el enfermo no se encuentre capacitado para contestar.
En la entrevista 6, podemos apreciar cómo la falta de tiempo puede llevar a los cuidadores a
realizar de forma incorrecta su tarea de cuidar, lo que perjudica a la salud
del paciente de manera notable. Un ejemplo en el que podemos observarlo
claramente, es cuando al paciente con dificultad para tragar, se le da potitos
en vez de un puré de verduras, bien cocinado, que contribuya además a una buena
alimentación. Planteamos como una posible solución, la existencia de un mayor
número de cuidadores para que cada paciente disponga del tiempo que necesita
para su cuidado.
Cuando se trata
de una cuidadora que tiene hijos y tiene a su madre o a su padre enfermo de Alzheimer,
es más complejo, pero siempre se puede pedir ayuda a otros familiares u otros
cuidadores.
Una buena forma
de sobrellevar la enfermedad es mantenerlos ocupados, de esta manera conseguiremos
que se sientan útiles al favorecer su autonomía y les haremos partícipes del
contexto en el que se encuentran. En las entrevistas nos cuentan cómo les dejan
poner la mesa o incluso comprar el pan, aunque eso supone una gran
incertidumbre por parte de la cuidadora que no sabe hasta qué punto debe
dejarle solo, cuánto tiempo esperar hasta comprobar si se ha perdido o no, etc.
Otra herramienta
puede ser los animales, pues además de proporcionar compañía, les supone cierta
responsabilidad y les "obliga" a salir más a la calle y pasear. De
ese modo no están siempre dentro de casa. Así, en urbanizaciones por ejemplo, podemos
dar más libertad al enfermo y el cuidador también dispone de tiempo para
dedicarlo a otras necesidades propias o de su paciente.
En ocasiones hay
trucos que favorecen la autonomía de la cuidadora, como la idea de colocar la
campana en la puerta para saber cuando se abre.
Hemos comprobado
que este tipo de pacientes se relacionan muy bien con personas que están en su
día a día, por lo que remarcamos la idea de que estas personas necesitan
visitas de sus familiares, no dejarles en residencias y no volver a saber nada
de ellos.
Por otro lado,
hay que tener en cuenta, las necesidades que implica el cuidar, así como la
disponibilidad laboral, familiar, económica, etc. Por ejemplo, si una cuidadora
tiene hijos, va a tener mayores dificultades en atender sus necesidades. Al igual,
que disponer de un trabajo no es lo mismo que un cuidador que tiene todo el
tiempo a disposición del enfermo. Ya hemos comprobado en puntos anteriores, lo
importante que resulta la clase social, respecto a poder adaptar las
instalaciones de la casa, facilitando la comodidad de ambos. (Privilegios)
En grados
avanzados, la cuidadora se siente incapaz de seguir con esta labor y es
necesario acudir a especialistas; bien centros de día, bien residencias
especializadas (tal y como se observa en las entrevistas grabadas en vídeo).
Ejemplo en la entrevista 5. Podemos señalar, que esto no implica que ya no se
vuelva a preocupar nadie por el enfermo.
También
destacamos, que siempre va a recibir un mejor cuidado en casa, simplemente por
el hecho de que en una residencia, hay muchas personas a las que cuidar y
normalmente poco personal, influyendo de nuevo, las condiciones labores. Esto
se comprueba en el seguimiento de la entrevista 5, en comparación con otros.