"CURAMOS MUCHO, PERO QUIZÁS NO CUIDAMOS LO SUFICIENTE"

Desde el grado de enfermería, y más concretamente desde la asignatura de Sociología: Salud y Sociedad, hemos trabajado sobre el ALZHEIMER, tanto enfermos como cuidadores. Hemos hecho este blog para poder compartir con todo el mundo lo que hemos aprendido, las cosas que nos han llamado la atención, trucos útiles para los cuidadores...
Esperamos que con ello los cuidadores lleven a cabo de la mejor manera posible su tarea de cuidar, y que también la sociedad sea capaz de ver que no solo debemos tratar de curar una enfermedad, sino también de dar una buena calidad de vida a las personas que la padecen mientras que se encuentran en esta situación

sábado, 3 de enero de 2015

SEGUIMIENTO 24 HORAS

El seguimiento 24h fue realizado por María Martín García:


(La cuidadora que he entrevistado ya no pudo seguir con el cuidado porque la enfermedad se agravó y ahora se encuentra en una residencia para personas con Alzheimer o demencia senil. Allí he seguido durante 24 horas el trato que recibe este enfermo de Alzheimer)
Su día comienza a las 8 y media de la mañana. Entran las auxiliares del turno de mañana en la habitación. Levantan la persiana y con un "Buenos días" amable y cariñoso, la ayudan a levantarse de la cama. En el baño la asean, la visten e inmediatamente la llevan al comedor para desayunar. Mientras tanto, le dicen frases tales como: "Venga, ahora que ya estás guapa, a llenar la tripa"
El desayuno es muy variado; leche con galletas, churros, pan tostado...
Se sienta en la mesa, la ayudan a tomarse la medicación correspondiente y comienza a desayunar ella sola. Cuando termina de desayunar, se levanta y despacio se va al salón agarrada del brazo de la auxiliar. La sientan en el sofá y con los demás hablan y comentan aunque le cuesta mucho mantener una conversación. A media mañana, la rehabilitadora baja al gimnasio con ella y hace ejercicios de memoria, movimientos, dibuja... Muestra resistencia y la cambian de tema mientras caminan y de esa forma la “engañan” para que baje al gimnasio. Después, la llevan al baño para que haga sus necesidades y se lave las manos. Alrededor de la una y media del mediodía la llevan al comedor. De primer plato tiene puré y de segundo pollo en salsa. De postre yogur pero no se lo come entero. Cuando termina de comer, la acompañan a la habitación, la cambian el pañal y la acuestan. Sobre las cuatro y media la despiertan y le llevan un vaso de zumo y unas galletas. Después va al salón, la rehabilitadora hace actividades diversas para que se distraiga, juegan al bingo aunque con ayuda de una auxiliar porque se queda ausente y desorientada.
En ocasiones se levanta, camina un poquito y después se para porque no sabe dónde quiere ir y van a ayudarla: ¿Quieres ir al baño? ¿Tienes sed? ¿Dónde quieres ir? ¿Vamos a la habitación?
Acompañada de su hija, pasea por el jardín o va a la habitación a ver la televisión.
Muestra algún episodio de agresividad, insultando al celador pero sin mayor relevancia (le llama medio huevo) tampoco habla demasiado.
Hace comentarios como: "Qué buenas sois...", "Qué guapa eres" o "Dame un beso"
A las ocho la llevan al comedor para cenar y de nuevo la ayudan a tomarse la medicación correspondiente. Primero se comió una sopa de fideos, después una tortilla francesa y de postre una manzana.

Cuando termina la bañan contándola cada paso que hacen, hablándola o haciéndola preguntas que la hagan sentirse cómoda. Después la acuestan sobre las 10 de la noche. Si quiere le dejan la televisión puesta y cuando se queda dormida se la apagan. La noche es bastante tranquila, se levanta dos veces. Parece que sabe lo que va a hacer pero luego se queda quieta sin saber qué hacer. La auxiliar la ayuda, va al baño y de nuevo la lleva a la cama para que siga descansando hasta el día siguiente.

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