La entrevista 1 corresponde a la entrevista realizada por Lucia Santiandreu Ortega:
La entrevista
se la he hecho a una mujer, que vamos a llamar Claudia para respetar su
privacidad, hija de una señora que padece Alzheimer, a la que vamos a llamar
Laura, y que murió hace tan solo unos meses con 87 años por esta enfermedad.
Hay que tener en cuenta que lo que me puede contar Claudia es sobre una persona
con la enfermedad muy avanzada, por lo que decidimos que me contase cosas de
manera más general, es decir, dependiendo de la pregunta se refiere a un
momento en el que la enfermedad estaba más o menos avanzada.
Cuestiones o recursos materiales.
Los recursos
que necesitaba a la hora de cuidar de su madre no eran muy numerosos, pero le
resultaron muy útiles.
-Para
ducharse usaba una silla y para usar el retrete tenía un toallero que colocaban
en frente y se ayudaba con él para sentarse, pero esto se debía más a la edad,
que a la propia enfermedad.
-También
tenían carteles por toda la casa pero luego solo en las zonas por las que
estaba la madre de Claudia, como el baño o el salón, la cocina no porque llego
un momento en el que resultaba peligroso que entrase en ella.
-Cuando ya
estaba muy avanzado en el momento de comer solo comía con cuchara y todo en
purés o pasado, y anteriormente lo tomaba todo muy troceado.
-Para
vestirse utilizaba ropa que se pudiese poner fácilmente para que no tuviese que
ser Claudia la que le vistiese siempre y así su madre podía participar dentro
de lo que podía.
-Llevaba
puesta una medalla en la que tenía grabado su nombre y su dirección.
¿Cómo se hace?
-A la hora
de comer mantienen un horario de 5 comidas diarias, pero no en cantidades muy
grandes. Esto se debe a que olvidaba con frecuencia que había comido y siempre
estaba pidiendo que le diesen de comer, así cuanto menos tiempo pasase entre
comida y comida mejor, porque había menos posibilidad de que lo olvidase. La
comida era un gran problema porque antes de que pusiese cerradura en la cocina
Laura entraba y cogía comida para esconderla, porque pensaba que no le iban a
dar de comer. Así Claudia muchas veces encontraba comida escondida por la casa
o en su maleta (tenía maleta porque al principio Laura se iba a casa de sus
otros hijos durante algunos meses, pero al final se quedó en casa de Claudia).
Claudia intentaba darle dos opciones a la hora de comer, ya que era los fines
de semana cuando hacia la comida de toda la semana y podía tener varias
opciones para elegir.
-Con
respecto al horario, no era constante la hora de levantarse porque Claudia
quería que durmiese lo máximo posible, ya que por la noche le costaba dormir.
Así, se levantaba sobre las 8 de la mañana por si Laura se levantaba pronto.
Sobre las 9 desayunaban y luego solían ir a dar un paseo todas las mañanas, siempre
por el mismo camino y Claudia a medida que caminaban le iba diciendo por donde
estaban pasando, así conseguía que Laura en muchas ocasiones supiese por donde
iban a pasar. Al llegar a casa tomaban el almuerzo y cuando el Alzheimer no
estaba muy avanzado, Laura se ponía a hacer punto de cruz, pero más adelante
dejó de hacerlo aunque Claudia estuvo mucho tiempo sentándose con ella a hacer
punto de cruz para que no lo abandonase totalmente. Sobre las 2 de la tarde
comía pero esto no era siempre igual, porque Laura muchas veces se quedaba
dormida.
Durante la
tarde Claudia no cuidaba a Laura, sino que era la hija de Claudia o su marido,
ya que ella tenía que trabajar.
Sobre las 8
llegaba a casa y en ese momento tenía
que asear a Laura, casi nunca tuvo problemas en este sentido, excepto que había
que usar silla, pero según dice Claudia que como cualquier persona dependiente
a la hora de asearse.
Después de
ducharse, cenaba, veía la tele un rato y se tomaba la pastilla para dormir, ya
que sobre esa hora se solía poner más nerviosa.
-Cuestiones
de intimidad: a la hora de ducharse no había problemas y para ir al baño
tampoco, excepto cuando la enfermedad ya estaba avanzada, que necesitaba
utilizar pañales. El momento de cambiar los pañales era incómodo para Lauda,
por lo que Soledad la convencía diciéndole que iba a venir a verla su hijo o
algún nieto que le hiciese ilusión en ese momento (porque no siempre se
acordaba) y que no podían verla así, que la tenían que ver guapa.
-Respecto a
la autonomía de Laura, Claudia intentaba darle todas las tareas que quisiese
hacer o que pudiese. Pero no podía salir a la calle sola, porque ya se perdió
alguna vez.
Trucos:
-Dar paseos
por el mismo camino e ir diciendo los sitios por los que pasan
-Claudia
colocó una campana en la puerta de casa, para que cuando se abriese se
escuchase. Esto se le ocurrió hablando con una compañera de su trabajo sobre
qué días antes Laura había salido de casa en un momento de despiste y estuvo
perdida un par de horas por la zona en la que vivía (Un pueblo de Madrid).
-Tenía una
medalla por si se perdía con sus datos grabados.
-Carteles en
el salón, para facilitarle a Laura, por ejemplo, el poner la mesa o encender la
tele con el mando.
-En los
momentos que Laura se ponía nerviosa, Claudia se sentaba con ella y para
tranquilizarla comenzaba a contarle historias de la vida de Laura cuando era
joven, como si fuese un cuento y muchas veces las recordaba.
Comunicación
Claudia al
principio hacia lo que hace la mayoría de personas, hacer como que Elena no
estaba, hablaba ella con el medico directamente o si un vecino preguntaba
contestaba ella. Pero se dio cuenta de que cuando solo hablaba ella, Laura
pasaba el resto del día súper nerviosa pero no sabía decirte por qué, por lo
que comenzó a intentar que hablase ella en todo momento, cuando iba al médico o
cuando hablaba con algún vecino. Había veces que Laura no contestaba y en ese
momento Claudia hablaba en plural, `por ejemplo, si le preguntaban qué tal
llevaba el día, Claudia contestaba ``pues hoy nos hemos levantado un poco
cansadas’’
Relaciones y redes:
-Sus
vecinos, la panadera o los dependientes de la papelería siempre estaban muy
pendientes, pero porque al ser una zona muy pequeña en la que vive, todo el
mundo se conoce y están más unidos.
-La relación
con los profesionales sanitarios, tanto su médico como enfermeras siempre ha
sido muy buena, porque durante muchos años estuvo yendo todas las semanas a
revisión y cuando no estaba demasiado avanzada la enfermedad no supuso ningún
problema el acudir al médico.
Como
aclaración final, Claudia me dijo que todos estos trucos funcionan muchísimo
cuando el Alzheimer no está demasiado avanzado, luego el cuidar de una persona
con Alzheimer que ya está muy mal se hace terrible y a veces desesperante.
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