A lo largo de la
asignatura hemos aprendido cómo los Determinantes Sociales influyen en la Salud
en función del género, clase social, etnia... etc.
Haciendo especial hincapié
en el Alzhéimer, destacamos la diferencia que existe entre vivir en una ciudad
o en un pueblo, así como dentro de una misma ciudad, como por ejemplo Madrid,
donde tener esta enfermedad en el centro supone mayores dificultades, que en
barrios pequeños donde todo el mundo se conoce, colabora y no establece
estigmas que perjudiquen de manera directa la salud del enfermo.
Un ejemplo claro, nos lo
encontramos en la entrevista 1. La persona con Alzheimer salió a la calle en un
descuido de su cuidadora y por ello estuvo unas horas perdido, pero gracias a
que viven en un pueblo y los vecinos tenían conocimiento de la enfermedad que
padece, al verle llamaron para que fuesen a buscarle y no tuvo mayores
repercusiones a diferencia de lo que podría haber ocurrido en una gran ciudad.
Otro punto a destacar es
que la mayoría, son cuidadoras, es decir, mujeres que se encargan del cuidado
de algún familiar, que se va a su casa a vivir.
El nivel educativo también
influye en como diagnosticar el grado de la enfermedad, así como en cómo se van
a atender sus necesidades. En la entrevista 2, aparece un caso así; Según si la
persona enferma supiese responder una serie de preguntas, se le concedía una
asistente social o no. Estas preguntas podían ir desde “¿En qué año estamos?” a
“Cuente de 100 hasta 0 restando 7” (podéis encontrar más información sobre las
pruebas de diagnóstico en la entrada “CÓMO DIAGNOSTICAR EL ALZHEIMER”).
En este caso, supo
responder las preguntas, pero podríamos pensar que esta persona estaba en un
momento de lucidez, por lo que sería conveniente rehacer los test que se emplean
para diagnosticarlo.
El nivel adquisitivo, es
otro factor que afecta a los pacientes. Observamos las diferencias que hay
entre la sanidad pública y privada, la cual se hace mucho más patente en
enfermedades como esta. Un ejemplo lo encontramos en la entrevista 2. Las
revisiones que pasaba este enfermo por la sanidad pública eran anuales,
mientras que por la sanidad privada eran cada tres meses y con un seguimiento
más riguroso. Influye también en otros puntos como las revisiones. Es algo que
podemos apreciar en la entrevista 6, en la cual la cuidadora al no tener coche
por motivos económicos no puede llevarla a los médicos y éstos tienen que
acudir a su casa, aunque el problema aparece cuando la mujer tiene que hacerse
pruebas más especializadas y es necesario que se desplacen hasta el hospital.
Del mismo modo, la
disponibilidad económica, tanto del paciente como del cuidador, influye en sus
cuidados. Personas de clases sociales altas van a poder permitirse sillas de
ruedas, material específico para el aseo, adaptación para las casas...etc.
Estos ejemplos podemos encontrarlos en la entrevista 3, en la entrevista 4 y en la entrevista 5. Los pacientes
utilizan zapatos y ropa con velcro para no tener dificultades a la hora de
vestirse, así como ropa de algodón para evitar escaras debido a la rigidez o a
la pérdida de movilidad que sufren. Con todo esto se favorece la autonomía de
los enfermos, facilitando al mismo tiempo, el trabajo de las cuidadoras.
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